Lección 2 of 8
En Progreso

El ingrediente principal de Ningxia Red

Lula Schiller diciembre 18, 2024

Las goji berries o wolfberries (el fruto de la planta lycium barbarum), son unas pequeñas bayas alargadas de color rojo. Proceden del Himalaya y durante siglos han sido el secreto de una vida longeva y de un sistema inmunitario excelente.

Conocida como la fruta de la inmortalidad, estas pequeñas bayas alargadas son una muy buena fuente de proteína vegetal completa (el 15% de su composición), ya que aportan los ocho aminoácidos esenciales.

Contienen, además, un 10% de fibra, un 65% de carbohidratos y solo un 10% de grasas, en su mayoría insaturadas, y principalmente ácido linoleico.Las bayas de goji proporcionan también una lista interminable de micronutrientes, como vitaminas del grupo B (tiamina o B1 y riboflavina o B2), vitamina C y potentes antioxidantes carotenoides como el licopeno, la luteína y la zeaxantina; estos dos últimos, conocidos por sus beneficios para mejorar la visión.Contienen asimismo minerales como potasio, magnesio, calcio, hierro y zinc.

DISFRUTA DE UNA ETERNA JUVENTUD

Debido a su elevado contenido en carotenoides, polifenoles, polisacáridos y trazas de minerales que ralentizan el envejecimiento celular, las bayas de goji reducen el estrés oxidativo en el cuerpo, una de las mayores causas del envejecimiento.

Su licopeno protege el corazón contra el estrés oxidativo de los radicales libres.Además, las bayas contienen esteroles vegetales –betasitoesteroles y kukoaminas– que ayudan a reequilibrar el colesterol y a reducir la presión arterial, respectivamente.Su contenido en zinc estimula el sistema inmunitario. Otros componentes antioxidantes, como la vitamina C y los carotenos, ayudan a combatir infecciones y enfermedades, y a prevenir mutaciones que pueden afectar al sistema inmunitario.

Las bayas de goji previenen la ceguera nocturna, pues ayudan a reducir el tiempo necesario de adaptación de la visión a la oscuridad. Debido a su elevado contenido en antioxidantes, sobre todo luteína y zeaxantina, nos protegen de la exposición a los rayos ultravioletas y a prevenir el daño provocado por el estrés oxidativo, como cataratas y degeneración macular.

Conjuntamente con la vitamina A, contribuyen a la mejora de la agudeza visual.La combinación de sus acciones terapéuticas en el cuerpo humano convierte a estas bayas en un alimento adaptógeno. Vigorizan y fortalecen el organismo al tiempo que ayudan a gestionar mejor el estrés al reforzar las glándulas suprarrenales.

Fuente: Nutrióloga @CarlaZaplana