Todos hemos oído el dicho: “Cuando la vida te da limones, has limonada”. Es un buen dicho y una buena idea. Convertir algo amargo en algo dulce. Pero para mí es algo un poco diferente.
Yo digo, cuando la vida te da limones, ¡haz aceite de limón!
Antes me costaba trabajo tomar suficiente agua a diario. Me parecía aburrido su sinsabor. Eso cambio al integrar aceites esenciales a mi vida. Ahora le doy sabor al agua con aceite de limón y otros cítricos. No solo es el sabor además mi cuerpo recibe los beneficios de los aceites esenciales.
El aceite esencial de limón tiene una potencia absoluta.
Es beneficioso para la piel, promueve el estado de ánimo positivo, y hace maravillas para la limpieza de su hogar.